Hay obligaciones que aparentan carecer de acreedor,
e igualmente a« derechos personales ejercibles frente a un deudor desconocido;
en tales
Las obligaciones se encuentra indeterminado ya el
acreedor, ya el deudor. A continuación mencionamos varios casos:
- La obligación creada por las declaraciones unilaterales de voluntad, como la promesa de recompensa propuesta a todo sujeto que realice determinada conducta (encontrar a una persona, un animal extraviado o el remedio para curar una enfermedad, proporcionar información que ayude a localizar a un criminal o un automóvil robado, etc.), promesa que se ha dirigido a un destinatario impersonal, indeterminado aún, que devendría acreedor de la prestación si hallara al sujeto requerido o al animal perdido, o aportara la información solicitada, y sólo en tal supuesto; mientras no lo haya efectuado no será acreedor.
- Cuando la obligación ha sido incorporada y documentada en un cheque al portador; si éste entra en circulación, puede ser poseído por una persona desconocida para el librador, y como titular del crédito quedaría un acreedor indeterminado. El promitente de la recompensa o el librador del cheque ignora en ocasiones quién es su acreedor en cierto momento, esto es, quién se presentará con el objeto o la información solicitados para cobrar la recompensa o quién traerá a cobro el título de crédito.
- El crédito por indemnización de daños sufridos por el propietario de un automóvil estacionado, que fue colisionado por otro vehículo desconocido, ejemplifica la situación en que el acreedor (dueño del auto golpeado) ignora quién es su deudor (autor del daño, quien debe indemnizarlo), y demuestra que la relación obligatoria se establece en ocasiones aunque alguno de los sujetos esté indeterminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario